Testimonio de la autora Gladys Segovia Baldwin

Perú
ECL obra literaria
Fotografía de Gladys Segovia.

Palabras para la segunda fase del Proyecto Escribir como lectores

Casa de la literatura de Lima. 3 de julio de 2010

«El proyecto Escribir como lectores me ha dado muchas oportunidades como autora pero, sobre todo, me ha enseñado una hermosa lección acerca de lo que puede y debe llegar a ser el arte de escribir. Mis historias están enganchadas con la fantasía. Una fantasía que me envuelve casi en todo momento. Siempre estoy pensando e imaginando situaciones para mis personajes y veo la realidad desde una perspectiva diferente. Es por eso que siempre llevo una libretita para anotar o mi libro blanco (si estoy más cómoda). Así, puedo escribir las ideas que se presentan antes que se esfumen de mi mente. Con el tiempo que he dedicado a escribir estas historias, he descubierto algo que no había sido tangible en mi conciencia. Todo aquello que imagino, cuando se lleva a la acción, se hace realidad. Cuando escribo, lo que sucede en mi mente pasa de un plano intelectual a uno palpable, que en el caso del oficio de escribir se materializa por medio del libro. Algunos que ya me conocen saben que mi pasatiempo es leer algo de física, otro poco de astronomía y algunos temas de química. Aristóteles, Galileo, Newton y Einstein son mis héroes a pesar que la literatura es mi pasión. Y la física cuántica, últimamente, se ha convertido en mi curiosidad constante. Y es que estoy convencida que las ideas que la ciencia nos ofrece, para entender nuestro universo, coinciden con la literatura más de lo que algunos podrían creer.

La física cuántica nos dice, entre otras cosas, que las partículas más pequeñas de la materia (algo que consideramos real y tangible) están en todas partes en un mismo momento. Es decir, la materia en su versión más pequeña sólo se fija en un determinado tiempo/espacio cuando la observamos. Básicamente, lo que aquello significa es que cualquier suceso, por muy irreal que parezca, posee una probabilidad de que suceda. Aunque aquella probabilidad pueda ser infinitamente pequeña. Esto es ciencia y los principios de la física cuántica se utilizan actualmente en los sistemas de encriptación de información, en la resonancia magnética, etc. Pero regresemos a la literatura… de la mano de la física cuántica. Imaginemos un mundo en nuestra mente como la Leyenda del signo y supongamos que podemos fijar estas ideas, armarlas de a pocos y seguir un sueño. Fijándolas en un espacio/tiempo, que es nuestro y no de otro. Soñar es llevar la imaginación por el camino de la acción. Y yo, un día soñé que sería escritora y fijé en mi mente una historia para contar, un mundo para escribir y publiqué La leyenda del signo y llegué al Proyecto Escribir como lectores que me permitió encontrarme con ustedes; hoy día, en la casa de la literatura, hablando yo como autora y entregando a mi libro a ustedes como lectores. Hace quince años, si me hubiesen preguntado si yo sería escritora, si podría estar en aquí, hoy, presentando La leyenda del signo para la segunda parte del proyecto “Escribir como lectores”, yo hubiese dicho (con seguridad) que sería imposible o que la probabilidad sería prácticamente insignificante. Lo ven. La fantasía del escritor y el arte de escribir, pueden ser el primer paso para transformar el mundo que nos rodea y la lectura nuestro primer contacto con esa posibilidad. No duden jamás de lo que pueden llegar a ser, no duden que sus sueños se pueden hacer realidad porque siempre existe una posibilidad de que aquello suceda. La ciencia, nuestro espíritu y el deseo de construir un sueño, nos dicen que todo es posible, aunque nos digan lo contrario. Al participar en este proyecto mi perspectiva de escritora se ha modificado para mejorar como profesional pero, fundamentalmente, como ser humano. Los trabajos producidos por los niños y el contacto con ellos, me ha mostrado lo mucho que un escritor puede contribuir al desarrollo de la educación. Y podemos dar, todavía, un poco más. Gracias por estar hoy día conmigo compartiendo mi sueño llamado La leyenda del Signo, gracias Ediciones SM, al proyecto Escribir como lectores, al gobierno de La Rioja-España y a todos ustedes que hoy me acompañan. Y no lo olviden, inténtenlo: Atrévanse a hacer realidad sus sueños».

Palabras que dedicó Gladys Segovia Baldwin durante la ceremonia de presentación de la novela La leyenda del Signo

Feria del Libro de Lima. 1 de agosto de 2009

«Hace poco tuve la oportunidad de estar en una exposición de Salvador Dalí. Este genial artista español, que probablemente fue solo superado por su extravagante personalidad, me mostró (por medio de su obra) que la imaginación y la creatividad no deben tener freno pero sí deben ser trabajadas con pasión. En la exposición se habían colocado sobre las paredes algunas de sus frases célebres, rescato aquella que me atrapó de manera inmediata: “…Pronto el estado consiente de la realidad será considerado como un estado permanente de depresión, y por tanto, vivir en la fantasía será considerado el único estado de felicidad.” La Leyenda del Signo, salvando las distancias, ha sido el resultado de hacer literatura en un estado de felicidad. En el proceso de creación de las historias, todo cambia. En mi mente, los hechos y las personas se modifican, casi de una manera constante y es así como la realidad se convierte en ficción. En mi escritorio, frente al jardín, todo se transforma y resulta entretenido, dinámico y algunas veces hasta misteriosamente malvado. Al escribir puedo hacer que cada quien sea como quiero hasta que mi autoridad termina cuando la historia me arrebata ese derecho. Estoy convencida que todo escritor empieza siendo un lector. De aquí la gran importancia de leer. También creo, que cada lector tiene por lo menos a una persona que se empeña en entregarle los libros como una experiencia única y apasionante. En La Leyenda del Signo, intento contagiar a los niños de esta pasión. Y, a través del personaje de la tía Cecilia, trato de invitar a los profesores y a los padres de familia para que promuevan la actividad de leer. La paz que se siente durante el proceso de leer, no se puede comparar con la sobre estimulación que se recibe con las actividades mediáticas que tenemos tan al alcance de un control remoto. Creo que no hay nada más encantador que tumbarse en un cómodo sillón, sobre unos cojines o, porque no, en una casa del árbol, con un libro entre las manos y entrar en ese mundo fantástico de las historias contadas. Es por esta razón que, en la primera parte del libro, les muestro la armonía del campo. Para los lectores que conozcan estas escenas será un orgullo ver reconocidas las cualidades del lugar en donde viven y para los de la ciudad, será una fórmula magnífica para dejar atrás el ajetreado mundo actual. En todo caso, al leer La Leyenda del Signo, les aseguro que no sentirán el momento en que dejarán el mundo real para entrar en aquel imaginario. Rafael y Nicolás, son los personajes principales de esta historia. El deportista, dinámico que rechaza la lectura y, por otro lado, el lector apasionado. Es una dicotomía que en la novela, los personajes, la resuelven no sin contratiempos para descubrir, entre otros muchos misterios, que el camino hacia el conocimiento no es, en lo absoluto aburrido, sino más bien, toda una aventura. Los libros, entendidos como medio para entregar información (cualquiera sea esta), son una puerta a un mundo completamente distinto al que vivimos y las bibliotecas son su palacio. Lo que tenemos en nuestra mente y en nuestro corazón puede ser modificado o confirmado con la información que encontremos en un libro. ¿Quién podría negar hoy, la fuerza de la palabra y del conocimiento como herramientas fundamentales para promover el cambio? El saber, el conocer, nos hace libres y la imaginación nos hace forjar nuevos caminos. Rafael y Nicolás, junto a los personajes que los acompañan, como Lucidor, Fortunata, Inspiración, entre otros, tratan de buscar cuál será su camino. Entender quiénes somos, a dónde vamos, qué nos rodea, son algunas de las muchas preguntas que debemos hacernos para ser mejores, más auténticos, más valiosos y fundamentalmente, libres. Los personajes de la vida no son perfectamente buenos ni malos, tenemos un poquito de esto y otro de aquello. De igual manera, los personajes de La leyenda del Signo reflejan la idea de que siempre podemos cambiar, modificarnos o mejorarnos pero también nos muestran que podemos volvernos malos y en algunos casos muy malos, por lo que debemos estar atentos y no perder de vista nunca los valores fundamentales. Hace algunos años tuve un sueño. Soñé con escribir para contar historias, soñé que quería ser escritora. Estar aquí hoy día es consecuencia de un paciente y dedicado trabajo. Les podría contar cuántas veces me dijeron que NO, pero sería mucho para hablar. Sólo les voy a decir que nunca hay que darse por vencido, que si uno tiene un sueño y lo considera valioso, debe buscar los caminos e insistir para encontrar la oportunidad. Carlos Maza, de la mano con Ediciones SM, me dio la oportunidad y yo la atrapé como pude y con todas mis fuerzas. A él, solo le puedo decir gracias por ser un excelente editor y por tener esa calidad humana que destaca a las personas de buen corazón. A la doctora Estela D’Angelo, presidenta de la Asociación Española de Lectura y Escritura y profesora de la Universidad Complutense de Madrid, quiero agradecerle por invitarme a participar del proyecto “Escribir como Lectores” y asegurarle que mi participación será un compromiso con los niños que disfruten de este proyecto. Quiero aplaudir a la Presidencia del Gobierno de La Rioja, en España, por fomentar y patrocinar proyectos como estos que benefician, entre otros muchos, a niños y profesores peruanos. APELEC (Asociación Peruana de Lectura), es la fuerza que, en el Perú, apoya el proyecto Club Telémaco Escribir como Lectores. Esta gran labor no podría ser posible sin el trabajo incondicional de Mario Amorós Terrones, presidente de la asociación, quien me ha mostrado siempre su alegre personalidad e incondicional apoyo. Gracias. Estoy contenta de ver a padres de familia y profesores esta tarde. Participar en este proyecto me ha dado la oportunidad de ver a profesores dedicados buscar los recursos para mejorar sus métodos de enseñanza. Considero que aquello es una muestra del cariño que les tienen a sus alumnos. Gracias, por su dedicación. A los padres de familia quiero felicitarlos por participar en estas actividades junto con sus hijos, creo que esta es la mejor manera de enseñar a disfrutar de la cultura. Mi agradecimiento a mis padres por haberme entregado aquello que es único e inamovible: un amor auténtico y una buena educación. Y por último y no por eso menos importante, a mi esposo, y a mis hijos, todos mis más cercanos colaboradores. Gracias, por permitirme robarles el tiempo que les corresponde para que me pueda dedicar a escribir. Finalmente, como esta celebración es para niños y para grandes con corazón de niño, hoy les propongo brindar con una sobredosis de azúcar. Los invito a visitar mi blog www.gladyssegovia.blogspot.com. Muchas gracias, muchas gracias a todos por estar aquí esta tarde y espero que disfruten de la Leyenda del Signo».